a mi Padre
A veces como un eco se presenta tu voz
en el hondo silencio que apenumbra mi vida;
Yo escucho tu palabra,siempre entristecida,
proyectada en mi alma como signo de Dios...
Tu voz nutre mi afán a través de los años;
creo que es,entre la gente,como un sueño disperso,
cuyo lenguaje,a veces, primitivo y extraño
sin comprenderse nunca recorre el universo...
Tu voz no es tu voz misma, es mi ilusión que vuelve
de nuevo y se repite,vieja y nueva al instante,
tu voz en el silencio sin oírse se disuelve...
Parece que responde cuando toco la puerta
por eso, aunque no hay nadie, siempre llamo antes
porque temo ya no oírla por la casa desierta...
Julio Lazza