jueves, 12 de febrero de 2009

Partida del hijo prodigo



Alejarse ahora de todo esto confuso,
que es nuestro pero no nos pertenece,
que,como el agua en las viejas fuentes,
nos refleja temblando y descompone la imagen;
de todo esto, que como con espinas
se agarra una vez mas a nosotros...alejarse
y a esto y a este,
que ya no veíamos
(tan cotidianos y acostumbrados eran),
contemplarlos de pronto:suaves,conciliadores
y como en un principio y de cerca;
y presintiendo comprender que impersonalmente,
que por igual cayó el sufrimiento sobre todos,
del que la infancia estaba llena hasta el borde.
y sin embargo irse entonces, arrancando la mano de la mano,
como desgarrando de nuevo algo ya sanado,
y marcharse:¿a donde? A lo incierto
lejos, a un país cálido e inmóvil,
que tras toda acción,como un decorado,
seguirá indiferente:jardín o muro;
y marcharse:¿por que?Por impulso,por temperamento,
por impaciencia,por esperanza oscura,
por incomprensibilidad y por incomprensión.
Tomar todo esto sobre si y en vano
dejar caer algo que quizás se tenia,
para morir solo, sin saber por que...

¿Es esto la entrada a una nueva vida?

Rainer Maria Rilke