
Una tarde, una tarde,ya no estaremos juntos
bajo el cielo de mayo,sonoro de campanas.
De pronto,y para siempre,nos quedaremos solos,
terriblemente solos y heridos de nostalgia.
Tal vez la lluvia sueñe por el jardín callado
tañiendo los cordajes de su arpa repetida.
Diremos cosas vagas, estremecidamente,
huyendonos los ojos,el alma, la sonrisa.
una tarde,una tarde,tu corazón y el mio
sentirán que se rompe lo que ahora los ata.
Como cuando se deja la orilla azul de un puerto,
nos quedaran adióses temblando en la mirada.
Y un día, sin quererlo,pronunciaras mi nombre
con la melancolía del que en la noche canta.
En medio del crepúsculo cruzado de palomas,
yo, repentinamente, me llenare de lágrimas.
Meira Delmar
(Barranquilla, Colombia, 21 de abril de 1922
Barranquilla, 18 de marzo de 2009),